“Talita kum. Muchacha, a ti te digo, levántate.” (Mc. 5,41). Jesús dirigió estas palabras a la hija de Jairo, una niña de 12 años que yacía, aparentemente, muerta. Cuando Jesús tomó su mano, ella inmediatamente se levantó y empezó a caminar.
Estas palabras invitan a las redes de Talitha Kum a levantarse con valentía y esperanza, y permanecer al lado de las víctimas y supervivientes de la trata de personas, cuyas manos se extienden hacia nosotros, para promover un mundo justo en el que todo ser humano pueda vivir con dignidad y plenitud, cumpliendo de este modo el mensaje de Cristo: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.” (Jn. 10,10). La fe y la espiritualidad hacen palpable la presencia de Dios para transformar las situaciones más desesperadas y resucitar a la vida lo que parece estar muerto.
Al referirse al poder transformador de la esperanza, la compasión y la misericordia –el cual sostiene un compromiso activo para la restauración de la dignidad de los explotados y oprimidos como miembros valiosos de la familia humana– la expresión Talitha Kum define la identidad y la misión de nuestra red global que reúne a más de 3.000 religiosas católicas, colaboradores y amigos. Formalmente establecida en el año 2009 como una iniciativa internacional contra la trata y la explotación de personas, Talitha Kum está organizada en 60 redes locales distribuidas en casi 90 países que apoyan activamente a las víctimas, supervivientes y personas en situación de riesgo. Si bien cada red Talitha Kum mantiene su identidad única y opera en su propio país o región, el Comité de coordinación de la Unión Internacional de las Superioras Generales (UISG) apoya el desarrollo de competencias y en la formación de las redes y sus miembros, facilitando el intercambio de información, recursos y experiencias.
Como una red amparo de las redes dirigidas por las hermanas, Talitha Kum se fundamenta en la extensa y rica tradición de las mujeres católicas que, inspiradas por el ministerio vivificante de Cristo, están comprometidas con el trabajo y la colaboración de la comunidad, siguiendo el ejemplo de Dios Trinidad: “Tres personas en una, cada una de ellas con funciones distintas, pero íntimamente unidas como una única fuerza, trabajando juntas en el amor para que la vida florezca… [y] hacia una visión común: un mundo sin trata de personas.” La fuerza de la red Talitha Kum radica en su compromiso con la base, de abajo hacia arriba, y en su enfoque centrado en la persona y en la comunidad, lo cual asegura su cercanía a las víctimas y supervivientes de la trata, sus familias y aquellos en situación de riesgo de explotación.
Nuestro trabajo con las víctimas y supervivientes de la trata de personas se basa en la convicciòn de que la dignidad de los oprimidos y explotados puede ser restaurada a través de una relación sororal y fraternal, marcada por la presencia del Espíritu Santo y el misterioso encuentro con Dios. Por medio de una relación entre iguales, las religiosas caminan junto a las víctimas a lo largo del camino de curación, al mismo tiempo que ellas recuperan una conciencia profunda de su valor interior como individuos y miembros de sus familias y comunidades. De este modo, Talitha Kum aborda las causas sistémicas que dejan a las personas en situación de riesgo de caer en manos de las redes de trata, e implican a sus familias y comunidades locales junto a instancias y actores principales a nivel nacional e internacional. Como parte de este esfuerzo, en el año 2020 las redes Talitha Kum apoyaron a 15.827 supervivientes (Para más información).
Arraigada en los valores del Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia católica (Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual: Gaudium et Spes, promulgada por Su Santidad, el Papa Pablo VI el 7 de diciembre de 1965, Carta Encíclica Laudato Sì del Santo Padre Francisco sobre el cuidado de nuestra casa común, Carta Encíclica Fratelli Tutti del Santo Padre Francisco sobre la Fraternidad y la amistad social, Exhortación apostólica Evangelii Gaudium del Santo Padre Francisco a los Obispos, sacerdotes, consagrados y laicos sobre la Proclamación del Evangelio en nuestro mundo, Migrants and Refugees Section of the Dicastery for Promoting Integral Human Development, Pastoral Orientations on Human Trafficking), Talitha Kum opta por permanecer al lado de los que están en la profunda oscuridad de la vulnerabilidad social, de la opresión y explotación, proporcionando el apoyo espiritual para una vida nueva y digna. Por esta razón, “Talitha Kum entra en la narrativa violenta de la explotación y trata de personas, tejiendo juntos gestos de acogida, cuidado, empoderamiento, inclusión y bien.” Haciendo esto, Talitha Kum se opone a las desigualdades e iniquidades políticas, económicas, financieras, sociales y culturales, y cuida de las personas heridas por la explotación, sin distinción de género u orientación sexual, edad, raza u origen étnico, lengua religión, nacionalidad, creencia, discapacidad, opinión política u otras opiniones, pertenencia a una minoría nacional, propiedad, nacimiento u otro estatus.