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LA HISTORIA DE MYRIAM
Me llamo Myriam, tengo 12 años y esta es mi historia.
Cuando era más joven, tal y como se esperaba en mi comunidad, fui prometida en matrimonio. Estaba desesperada por escapar de ese destino y le rogué a mi madre que me ayudara a huir de este estilo de vida forzado. Ella aceptó ayudarme a huir. Pero este camino fue el comienzo de otra pesadilla. Estaba perdiendo todo el apoyo que tenía y dejando atrás todas las formas de seguridad que poseía anteriormente.
En este viaje, me sentí vulnerable y caí fácilmente en manos de los traficantes de personas. Sufrí mucho por su explotación. Un día conocí a una hermana de Talitha Kum en Burkina Faso. Compartí con ella mi dolor y mi soledad. Sentí que ella podía ver mi corazón y entender mi vida. Se preocupó por mí y me mostró amor, compasión y la posibilidad de una nueva vida.
Pude escapar de los traficantes. Pero ahora me esperaba el apoyo y la seguridad de las hermanas de Talitha Kum, que me acogieron en su casa y siguieron cuidando de mí. Las hermanas me proporcionaron apoyo psicológico y espiritual para ayudarme a sanar. Me inscribieron en un curso de costura y me confiaron al cuidado de una familia maravillosa que sigue acompañándome y apoyándome.
Ahora, he continuado mi formación técnica y he podido terminar el año escolar con serenidad.
La historia de Myriam nos muestra que los matrimonios infantiles forzados siguen siendo frecuentes en el mundo actual. Además, la pandemia del COVID-19 ha tenido un profundo impacto en la probabilidad de que haya niñas casadas, aumentando el fenómeno exponencialmente. UNICEF (el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia) prevé que habrá 10 millones más de niñas en riesgo de convertirse en novias infantiles durante la próxima década como resultado de la pandemia.
(UNICEF, "Matrimonio infantil", 2021)