Surge un nuevo grupo en la red de la vida consagrada en América Latina para prevenir y contrarrestar la trata en la región fronteriza entre Brasil, Perú y Bolivia.

El encuentro ha tenido lugar el 18 de junio en la ciudad de Assis Brasil (Brasil), con la participación de integrantes de la red brasileña “Um Grito pela Vida”, de la red peruana Red Kawsay de Iñapari e Ibéria y de algunos representantes de São Pedro de BOLPEBRA (Bolivia).

Desde hacía tiempo la vida consagrada presente en la región estaba estudiando la realidad para unir las fuerzas contra la trata de personas en la región de la triple frontera entre Brasil, Bolivia y Perú. Las rutas de la trata son múltiples, tanto internas, trata de personas dentro del propio país, como innternacionales, cuando las personas objetos de la trata son trasladadas más allá de sus fronteras. La amplia extensión de la frontera es de fácil acceso, con apenas fiscalización.

Los tres países -Bolivia, Perú y Brasil- son al mismo tiempo países de origen y destinación de las personas víctimas de la trata sea por explotación sexual o laboral.

En esta región se encuentra Madre de Dios (Perú), conocida por las grandes minas de oro, muchas de ellas ilegales. También aquí, como en muchas otras partes de la Amazonia legal, la trata para la explotación sexual y laboral se entremezcla con la destrucción de la naturaleza, todo ello con fines lucrativos.

Las religiosas presentes en el encuentro, conocedoras de cerca de esta triste realidad, con el deseo de promover la dignidad humana y la vida se han comprometido con coraje y responsabilidad a contrarrestar la trata de personas y toda forma de explotación en la región.